“Un trabajador formal en la agricultura gana 120% más que uno informal”

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El hoy presidente ejecutivo del instituto Crecer, señala que tiene grandes expectativas con respecto al Plan de Reconstrucción con Cambios, aunque advierte que las lluvias ya están próximas. Asimismo, considera “anacrónicas” las críticas a la Ley de Promoción Agraria y no comparte la idea de permitir el ingreso de los transgénicos. 

(Agraria.pe) Su periodo como líder del sector agropecuario peruano desde el Minagri ya pasó, pero no por eso deja de estar atento a los acontecimientos que marcan su devenir. Desde su nueva posición como presidente ejecutivo del instituto Crecer, Juan Manuel Benites responde sobre diversos temas de actualidad con voz clara.
¿Qué  expectativas tiene con respecto al Plan de Reconstrucción con Cambios que está ejecutando el Gobierno? 
Tengo gran expectativa de que se logrará ejecutar este plan de reconstrucción. Creo que es importante que reconozcamos que Perú está en una situación vulnerable en cuanto al cambio climático, y que el Estado se preocupe por reducir los riesgos especialmente en el sector agrario, ya que eso dará mayor tranquilidad a la inversión privada y  a quien trabaja en el campo para producir y desarrollarse. El plan es ambicioso en tiempos de ejecución –van a tener que acelerar- y necesitarán más herramientas que todavía no están todas listas.
¿Qué evaluación hace de la performance del sector ante lo que fue el Fenómeno de El Niño Costero?
Creo que estamos en una situación inicial y en el lado de la prevención me parece bien, aunque quizá en tiempos estamos muy cerca ya del fin de año y se vienen las lluvias; la propia Autoridad Nacional del Agua hablaba en un artículo reciente de la posibilidad de lluvias fuertes en el norte y creo que hay que acelerar esos trabajos porque ahora hay una vulnerabilidad mayor por el reciente impacto de El Niño Costero. A largo plazo hay que tener obras definitivas; a nosotros nos tocó afrontar en pocos meses la llegada de un Niño grande, pero habiendo pasado esa experiencia, debe haber soluciones definitivas, una salida al mar de la Niña, capacidad de regulación en cuencas importantes, más represas, laminar represas de agua, sistemas de drenaje adecuado, y toda una dinámica del propio empresario y productor que no debe acostumbrarse solo a recibir dinero para hacer trabajos que ellos mismos olvidaron hacer durante muchos años. Tan importante como ingresar dinero debe ser sensibilizar al agricultor sobre las labores de limpieza de su predio y drenaje.
En otro tema, se está hablando ya de la necesidad de renovar la Ley de Promoción Agraria a partir del 2021, pero gremios como Conveagro se oponen, ¿qué les respondería?
Creo que son posiciones filosóficas, anacrónicas, que no reconocen la realidad; se han quedado en el pasado y no están mirando el presente ni el futuro. He comparado los censos (agropecuarios) de 1994 y del 2012 y se ve claramente que lejos de haber habido una concentración de tierras, se amplía el minifundio. Eso es algo que tiene sus riesgos porque a mayor escala, mayor eficiencia también; es importante encontrar un balance con estrategias como asociatividad, ahí hay un tema a tener en cuenta. El ejemplo más importante del impacto que ha tenido esta ley es el empleo, que ha crecido 3.5% desde el 2014 hasta la fecha, todos los años crece; y la diferencia de ingresos es importante. Lo que gana un trabajador formal de la agricultura con lo que gana un informal es de 120%, es decir; es decir, cuando alguien dice que ser formal trae costos, sí, pero también beneficios. Y miremos lo que ha pasado en los principales valles de la agricultura de Perú, miremos a Ica, La Libertad, Olmos, Piura, hay pleno empleo, nadie piensa allí en sueldo mínimo, sino tres veces el sueldo mínimo para empezar, y eso genera una dinámica de empleo a los más pobres.
Una de las críticas es que justamente la riqueza de la gran exportación no llega a los pequeños productores…
La pobreza en el sector agrario ha caído 30 puntos, y eso es gracias a este tipo de políticas (Ley de Promoción Agraria). Además, yo les preguntaría, y es un contrasentido: ¿Hoy que la sierra y selva se están integrando a la exportación queremos cortar la ley? Los beneficios se quedaron en la costa, y qué pasa con los sectores de pobreza más dura de la sierra y selva que se están integrando, ¿los dejamos fuera? Es justo ahora que les está tocando.
Otro instrumento que caduca en el 2021 es la moratoria para ingreso de transgénicos, ¿cuál es posición al respecto?
Hay que aprovechar hasta el 2021 para hacer debates técnicos, pero yo tengo una visión que no tiene nada que ver con lo científico, sino más desde el marketing y posicionamiento del producto país. Nosotros vendemos gastronomía a nivel internacional, que se refleja en la magia de los cocineros que nace sobre nuestros productos y así estamos vendiendo ecosistemas, biodiversidad como los Superfoods, que son frutas y hortalizas que hoy demanda el mundo y salen de Perú con la garantía de ser un espacio sano donde trabajan pequeños productores en la megadiversidad; todo eso se ha convertido en una marca. Meter ahora el tema de transgénicos puede afectar nuestra marca en cuanto al producto agrario y creo que eso necesita amplio debate, serio y técnico, sobre si los riesgos son bajos. Yo no pondría en riesgo eso que hemos ganado como imagen país por un tema que todavía no está suficientemente discutido.
Finalmente, ¿qué opinión tiene sobre el escándalo Odebrecht y cómo está afectando el desarrollo de un importante proyecto de irrigación como Olmos?
Creo que el tema de Odebrecht es una hoja que hay que voltear y mirar hacia adelante con más cuidado; estar atentos a los temas de corrupción. Pero no se puede convertir en la agenda única; creo que el éxito de la agricultura en Perú está en mirar al largo plazo, más allá de la coyuntura levantando la cara, y si seguimos viendo solo lo de Odebrecht no vamos a salir de ahí.