Durante la campaña agrícola, que comprende las fechas de agosto del 2016 y marzo del 2017, se perdieron más de 20 mil hectáreas de cultivo en las regiones declaradas en emergencia, informó el Instituto Crecer (IC).

Los principales cultivos que experimentaron los mayores daños, y que provienen de la costa norte, fueron el arroz cáscara, el plátano, la yuca, el maíz amarillo duro, la alfalfa, el palto, el algodón, el esparrago, la caña de azúcar, el mango, la vid y el limón.

En esa línea Juan Manuel Benites, director del IC, estimó que el PBI agrícola se reduciría en 2% durante el primer trimestre del presente año. No obstante, espera que la actividad agropecuaria (agrícola y pecuaria) se recupere en los siguientes trimestres, cerrando el año con una tasa de crecimiento cercana a 2,5%.

«Las pérdidas en el agro, en el peor escenario, serían inferiores a los FEN anteriores y no superarían el 0,5% del PBI, sumados los efectos de caída de producción (US$ 380 millones) y daños en la infraestructura agraria (US$ 570 millones)», explicó.

ÁREAS AFECTADAS
En la cadena de comercialización de alimentos, si bien hubo una significativa reducción del volumen de abastecimiento a los mercados mayoristas de la capital, dicho volumen de comercialización fue superior a lo registrado en similar periodo de 2016, indicó Benites.

Agregó que a pesar de que el índice de precios mayoristas de los principales alimentos comercializados en Lima Metropolitana se incrementó en 27% durante los primeros 10 días de marzo, dicho indicador registra una tendencia descendente en las últimas cuatro semanas.

Destacó la sostenida reducción en los precios de los tubérculos, el mismo que se registró desde  octubre de 2016 y cuya tendencia continua hasta el día de hoy a pesar de esta coyuntura de alzas transitorias en los precios debido de los bloqueos de las vías de comunicación producto de las inundaciones y huaycos en las principales carreteras del país.

EXPORTACIONES BAJO CONTROL
Asimismo, Benites señaló que las exportaciones de mango y uva no parecen haber sufrido mayores perjuicios al haberse cosechado antes de las lluvias intensas y tener incrementos en los volúmenes de sus exportaciones durante el primer trimestre de 20% y 16%, respectivamente, en comparación con el año anterior.

En el caso de los espárragos, habría una caída leve de casi 12% en el volumen de exportación, no obstante, se tendrá que evaluar qué ocurre en la cosecha que está próxima a cerrar para saber cuál es el efecto final.

Por el contrario, en el caso de la palta hass sí se ha registrado una caída significativa en el mismo periodo, de aproximadamente un 44% en volumen de exportación, respecto al primer trimestre del año 2016.

“Ello, nos indica que si no ha habido un mayor desabastecimiento en el mercado más grande del país (Lima) y que es el termómetro de la capacidad productiva del país, entonces el impacto sobre el agro es reducido y focalizado», finalizó.

Recordó que tras la culminación de la etapa de emergencia a consecuencia del Fenómeno El Niño (FEN), se empieza a tener un panorama claro del impacto que tuvo el fenómeno natural sobre el país.

Históricamente, el sector más afectado y expuesto ha sido agricultura. Las pérdidas durante el FEN 82-83 superaron los US$ 1,000 millones (3,8% del PBI),  frente a los US$ 612 millones (1,1% del PBI) registrados en el FEN 97-98.

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